domingo, 23 de mayo de 2010

Resaca

En la mitad de esta cama blanca, restos de papel de una chocolatina, un par de libros empezados, el teléfono, y mi cuerpo vencido por la felicidad de los días anteriores. Reflexiva, resacosa (no se si existe esta palabra), tranquila, feliz, preocupada por nimiedades de estudiante por placer, procuro hacerlo todo por puro placer, sudar en el gimnasio por placer de ver los músculos tensándose, trabajar por placer de tener rutinas que me asienten los pies en la tierra, estudiar por placer de profundizar en asuntos cotidianos, visitar a los amigos por placer de compartir tu vida con las suyas, como follar por placer, y esto que parece muy evidente no es ninguna tontería, se de gente que folla por hacer gimnasia, otras que lo hacen como si fuese el placer de ir al trabajo, vamos por rutina.

Pues ahora me observo desnuda, desnuda en todos los aspectos, me siento como una niña pequeña que tiene los ojos bien abiertos para que no se le escape ningún detalle de la vida, porque todo es nuevo debido a su corta edad, leyendo despacito los carteles de las calles, ha comenzado a aprender a leer, y así con las ansias de conocer, de aprender a leer, así me veo hoy, solo que esta vez no voy de la mano de mi madre. Tengo ganas de vivir despacito, de saborear cada momento, de que la cabeza se me llene de proyectos, algunos culminarán con éxito, otros no, y el resto ni siquiera pasarán de mi cabecita, pero proyectos al fin y al cabo…